jueves, 15 de noviembre de 2007

Esquivas, como yo

Acaricio las palabras esquivas, porque ellas contienen el mundo, este pequeño mundo.

En su suavidad de terciopelo, juego, torpe y fantasioso, las huelo, las muerdo, las contengo y me contienen.

Imagino que si las tengo, me tengo, porque sólo en ese mundo soy.

Y puedo articularme, pieza a pieza, desechar y renovar.

He ahí una (¿única?) residencia de la felicidad:
con un suave golpe se desarma el dolor y se construyen hechizos,
a libre voluntad del pasajero y porro aprendiz indisciplinado de escriba.

4 comentarios:

PAVLO ZAMORANO dijo...

ESTO ES UNA EVIDENTE MANIFESTACIÓN DE LOS SINTOMAS...
BIENVENIDO AL HOSPITAL SIQUIATRICO DE LOS POETAS POSTMODERNOS, LAS OBEJAS NEGRAS (O BLOGSPOT COMO LOS LLAMA EL PASTOR...)

Negris dijo...

Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice....

lamentablemente no somos dueños de nada...

un abrazo

Negris

Pola Barros dijo...

Me conmueve saberte lapiz, oja, seductor de palabras esquivas como gatas callejeras...

G. dijo...

Maestro:

Yo no soy digno de que entres a mi blog,

pero una palabra turbia bastará para sanarme...

("Sólo ante tí me inclino":
me llegó hasta el hueso)