miércoles, 28 de noviembre de 2007

Nunca es el mismo río

Aquí estamos, una vez más:
"somos", porque nunca soy el mismo
sino muchos y uno solo
como todos los que leemos
y escribimos
los delirios que brotan
se transforman
y se extinguen, tan
huidizos como inconmovibles.

Y ya sabemos que delirar
es casi mentirse.

Me fuerzo a nombrar algunos:
La muerte no existe
Las condenas nunca son para siempre
El dolor es sólo una sensación pasajera
Hoy no habrá pesadillas
Mañana cambiaré todo
Hoy te sentí acá (en el costado).

Desafío a los ilusos e ilusas
(el orden es un accidente de tránsito)
a nombrar sus delirios y
cuando lo hagan, prueben el ejercicio de
pensar su desaparición (forzada).

Ahora díganme que no están,
mientan una vez más.

Yo solidarizo con ustedes
mentiré, como cada mañana
cuando respiro y creo que no cuesta.

1 comentario:

G. dijo...

Acepto el desafío. Nombrar mis delirios, mentirme como a un niño, cerrar los ojos y transmutarlos en oro puro, o al menos en plomo; como buen “alquimista básico” que somos.

1) El Transantiago es el transporte público número uno en Latinoamérica.
2) Los niños vienen de un repollo, tú mismo me lo enseñaste y yo confío en ti.
3) Mis histéricas nunca me mintieron, es más: aún siguen conmigo, y las siento (en el otro costado)
4) El amor es eterno, todo lo puede y perdura más allá de la muerte.
5) En mi próxima vida, me reencarnaré en un mortal adinerado, genio, las mujeres se tatuarán mi nombre es sus senos y tomaré piña colada en una hamaca, debajo de una palmera, en una playa desierta.
6) Cuando termine mi carrera, conseguiré un trabajo estable, tendré contrato indefinido, vacaciones de dos meses y el mismo sueldo de un gerente. “De pasadita”, tendré una secretaria muyyy laboriosa, del tipo anacondisticulus degustaturius.
7) “En construcción”… sin embargo: el siete es el número perfecto (si se quiere, divino).
8) No somos esta ensalada de músculos y huesos.
9) La vejez nunca llegará, si no lo quieres.
10) El gusano es vegetariano.