sábado, 29 de diciembre de 2007

Mis falsos espacios

Parapetado en altiveces militantes
sorteo los baches cotidianos,
aunque a veces es
una estrategia de simulación
que no embauca
a mis gemelos y gemelas
de naturaleza.

Cuando necesito cobijo
resisto brindar
el lujoso banquete
de mostrarme como
simplemente soy,
uno más que sufre
por lo mismo que (casi) todos sufren.

A cambio, opto
por presentarme
adecuadamente embozado,
impecablemente ataviado
con la armadura bruñida
de Merlín omnipotente.

Estos son mis parapetos:
muchas veces cumplen
su propósito infantil
pero sé que no
me protegen de mí mismo.

domingo, 23 de diciembre de 2007

Delitos

En este juicio implacable
de lo buscado y lo vivido
no hay derecho
a libertad condicional.

Se me ha condenado a perpetua:
a la insolencia impúdica
de la mirada de un cazador
de espejismos.

Confieso mis delitos terrenales:
me hice devoto
de frutos celestiales.

Me perdí hambriento
en laberintos
marinos.

Exploré curioso y entusiasta
venciendo
fronteras de marfil.

Recorrí, huracanado
selvas y montañas
con avidez depredadora.

He sido tan honesto
como el escorpión
que cruza el río, a lomos del engaño:
como él, simplemente
admito mi naturaleza.

Sí, soy culpable...
y volveré a cometer
las mismas tropelías
una y otra vez.

No me queda más
que aceptar humildemente
la sentencia impuesta.

Antes que el ciclo de
sentencias perpetuas
se reinicie, exijo
que alguien me acuse de
nuevos crímenes
menos obvios
y con botines para guardar,
para no seguir tropezando
con la misma piedra.

Porque ya lo dije:
seguiré haciéndolo
una y otra vez
hasta que la fiera
implacable del tiempo
me encarcele 3 metros
bajo tierra.

Dulce y salado

Y así nos vamos especulando
sobre lo que puede ser,
entre fantasías de
pequeñas violencias
placenteras:
un justo equilibrio
precario
donde sutiles dolores
no desmientan placeres.

Porque éstos nunca están solos
¿cómo reconocemos el día
si no conocemos la noche?

Ahí está el encanto:
arribas y abajos,
luz y oscuridad,
flores con espinas,
dulces y salados,
firmes pero suaves,
a veces hay, y mucho,
otras, vacíos casi absolutos.

Soy guardián y
transgresor de esa frontera...
ahí quiero quedarme:
porque, con todo y aún así
en esa dialéctica pura
encuentro los tesoros
y entierro los míos.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Breve IV

Nos complacemos en el juego
de devorarnos mutuamente
sin vernos a los ojos
fusionando números invertidos.

En esa coreografía de suspiros
te saboreo, siento y escucho:
te incorporo y me incorporas.

Aquí perdemos las posesiones:
no tengo ni tienes.
Esto es lo único nuestro, mujer.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Breve III

Pacientemente
he de deglutir
una por una mis
palabras insultantes.

Tengo cifradas mis esperanzas
en que esa incorporación
me ayudará a
descubrir al legítimo
destinatario.

sábado, 1 de diciembre de 2007

Breve II

Quiero enceguecer
para no ver tu vuelo de
mariposa exótica.

Compláceme por una
última vez:
vuela lejos para que
tu aleteo no me robe
el aliento.