sábado, 29 de diciembre de 2007

Mis falsos espacios

Parapetado en altiveces militantes
sorteo los baches cotidianos,
aunque a veces es
una estrategia de simulación
que no embauca
a mis gemelos y gemelas
de naturaleza.

Cuando necesito cobijo
resisto brindar
el lujoso banquete
de mostrarme como
simplemente soy,
uno más que sufre
por lo mismo que (casi) todos sufren.

A cambio, opto
por presentarme
adecuadamente embozado,
impecablemente ataviado
con la armadura bruñida
de Merlín omnipotente.

Estos son mis parapetos:
muchas veces cumplen
su propósito infantil
pero sé que no
me protegen de mí mismo.

1 comentario:

G. dijo...

Como dijo Calamaro:

HONESTIDAD BRUTAL.